A los que provenimos de la fotografía analógica nos sorprende que lo que era artístico o bien visto en los antiguos negativos de gran sensibilidad (400 ASA,TriX), sea un gran inconveniente cuando aparece en los fotogramas digitales.
El antiguo “grano”, es ahora denominado “ruido” debido a que las antiguas películas (granos de sales de plata) se han convertido en sensores digitales compuestos por millones de puntos fotosensibles o pixels que convierten la luz en señal eléctrica. Una señal eléctrica que da al procesador información el tipo y calidad de la luz recibida. Según la distancia entre los pixels parte de la luz puede ser captada por más de uno, dando lugar a lo que llamamos ruido. De ahí, que cuanto más grande es un sensor (más en una reflex dSLR, que una compacta) menor es el ruido, al haber más distancia entre los pixels (en las cámaras de gran formato -full frame-, al parecer ni se nota). Al ser un proceso físico cuanto mayor es la temperatura del sensor más “ruido eléctrico” se genera.
Por otro lado, cuando aumentamos la sensibilidad -ISO alto-, al amplificarse la luz se amplifica sin querer el ruido generado, y por tanto se hace visible. Cuando la sensibilidad es baja dicho ruido –que existe- queda enmascarado –y no se percibe- por la luz captada.
Todo esto se explica mucho mejor en:
http://www.fotomaf.com/blog/11/08/2009/the-origin-of-noisies/El gran defecto de mi Canon G10 son justamente sus 15 megapixels en un sensor de compacta, lo que hace que solo que aumentemos levemente el ISO, el ruído es visible.
Adjunto fotografía de un trompetista de Jazz en un Club de Chicago hace dos años. Captada con mi Canon 30D, Sigma 17-200 mm, con ISO 1600, ligeramente subexpuesta, desaturada y pasado antirruido. Todo y así se nota.
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