La nueva powershot G11 de Canon Siempre que sale una versión nueva de una cámara que uno se ha comprado meses antes suele tirarse de los pelos. La velocidad con que se renuevan las cámaras y la velocidad con que añaden prestaciones y cae el precio, va a la par con la sensación de haber hecho un flaco negocio. Y es que en este tema de la fotografía digital uno no sabe cuando comprar.
Me decidí hace un año por comprar una compacta, que complementara mi Canon EOS 30D -que habitualmente llevo con un objetivo telezoom-, que tuviera RAW y gran angular. Analicé las que había en el mercado y me decidí por la Canon Powershot G10, por la marca, por los comentarios que había leído y porque extrapolé la satisfacción que mi 30D me había producía a una cámara compacta que desconocía. Mi primera impresión no fue buena, mejoró con el tiempo, peor ahora que observo las modificaciones de la nueva G11, me doy cuenta que debía haber esperado. Como siempre.
Los 15 megapixels no han sido más que un inconveniente en un sensor de compacta, que hábilmente se han reducido en esta versión a 10 –más que suficientes- con lo que se reduce el ruido; e introduce, algo que estaba en las primeras G, y que uno siempre echa en falta en las compactas con gran angular (sobre todo cuando se hacen fotos al ras del suelo) que es la pantalla basculante. De todo ello nos informa Fotomaf. Blog de fotografia de Mauro A. Fuentes
Lógicamente su rango dinámico –la gran diferencia con mi reflex- seguro que no ha mejorado dado que el tamaño del sensor es el mismo (CCD frente al CMOS de la D30).
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