No hace aún los dos meses que estuvimos viajando por este precioso y aparentemente tranquilo país cuando en menos de un mes todo ha cambiado. La aparente estabilidad de la que están orgullosos los tunecinos y que los diferenciaba de los países de su entorno al parecer era una fachada.
Hoy acaba de abandonar el país el presidente, cuyo busto en forma de enormes posters empapelaba toda la geografía. Con esto se demuestra que el verdadero sentimiento de un país es en buena medida desconocido para el viajero y no digamos para el turista.
Esperemos que todo ello les sirva para traer un régimen representativo y justo.
Como homenaje a este pueblo
tunecino subo cuatro fotos de
minaretes, lo más característico de cualquier país musulmán.
http://mseguid5.aminus3.com/image/2011-01-14.html
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