A vueltas con la nitidez: el caso de la difracción óptica
El tema de la nitidez fotográfica es un tema complicado. Es complicado porque influyen cantidad de factores que de no tenerse en cuenta influirán en la imagen que tomemos. Además, existen factores excesivamente magnificados con una repercusión relativa y en los que paradógicamente su aparente mejoría pueden ir en contra de la nitidez (la carrera por conseguir sensores con cada vez más megapixeles, por ejemplo) a otros, que como este, el de la difracción óptica que sacamos a colación, que son frecuentemente desconocidos, o no se tienen en cuenta.
La difracción óptica es un fenómeno óptico no suficientemente tenido en cuenta que nos obliga a considerar la calidad óptica de los objetivos utilizados, la apertura del diafragma que utilizamos para tomar nuestras imágenes y el tamaño y calidad del sensor. Los dos primeros aspectos a menudo son olvidados en aras de aumentar la profundidad de campo, pensamos que poniendo f cada vez mayores la nitidez aumentará, cuando en muchas ocasiones, por este fenómeno, es al revés. Y digo esto porque según la popular e ilustrativa frase de la “la luz dobla las esquinas” , cuanto más cerremos el diafragma más dispersión provocaremos en la luz de tal modo que la que llegar al sensor no lo haga no como una impresión puntual si no como una mancha extendida (disco de Airy). Una mancha que va aumentando de tamaño cuanto más pequeña es la apertura del diafragma, de manera que se llega a desdibujar la imagen fotografiada.
A partir de aquí, si el tamaño de apertura del diafragma es importante no lo es menos el tamaño del sensor y su resolución ya que la técnica en el diseño de sensores está haciendo que mejoremos en aspectos como el “rango dinámico” o en el manejo “ruido” en ISOs altas (siempre mejor cuanto mayor es el sensor) pero escasamente en el problema que estamos discutiendo en donde la calidad de los objetivos y al amplitud del diafragma condicionan un fenómeno que la mejora en la resolución del sensor se ve incapaz de compensar o incluso puede empeorar. De manera que cuanto más pequeño es este y mas megapíxeles tenga más visible se hará este efecto con diafragmas cada vez más abiertos, de tal modo que tendremos que jugar más con la apertura del diafragma para poder garantizar la nitidez de lo fotografiado a la vez que mantenemos una profundidad de campo aceptable.
Por otro, no todos los objetivos son iguales y cada uno según su calidad de fabricación tiene un rendimiento óptico distinto, mayor o menor según su rango focal, de modo que la mayor calidad del objetivo permitiría forzar el diafragma sin perder calidad o sin percibir el fenómeno de difracción óptica.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que según el objetivo la apertura del diafragma se reduce a medida que aumenta la distancia focal (mayores f), al aumentar la distancia entre el diafragma y el sensor lo que influye en el fenómeno de difracción óptica; sin embargo, se señala, que un aspecto suele compensar al otro de tal modo que la apertura sería el único factor que deberíamos tener en cuenta.
En fin, un tema algo complicado pero que hay que tener en cuenta. El arte y la técnica fotográfica nos obliga a no perder de vista todos los factores que pueden incidir en el objetivo último: alcanzar la máxima nitidez fotográfica.
Adjunto algunos enlaces que me han permitido hacer esta pequeña revisión.
http://www.caborian.com/20090717/los-limites-fisicos-de-la-carrera-de-los-megapixels/
http://www.jggweb.com/2007/01/31/la-difraccion-la-nitidez-en-peligro/
http://fotoxpc.blogspot.com/2009_11_01_archive.html
http://luipermom.wordpress.com/2010/04/07/que-es-la-difraccion/
Water Landing
Hace 14 horas
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